OTRO DÍA MUNDIAL, LA CAUSA DE ESTE SI ES MUY LAMENTABLE
OTRO DÍA MUNDIAL, LA CAUSA DE ESTE SI ES MUY LAMENTABLE
Ayer fue el Día Mundial de la Diabetes, lógico, no hay nada que celebrar o festejar, sino todo lo contrario, en virtud a lo lamentable y mortal que resulta tal enfermedad. Como es lógico entre nosotros los mexicanos, mil y un chiste (para variar) se hacen sobre el tópico, como aquel de que el mejor remedio para esta enfermedad es el pintarse los pies con cal, a fin de que no se le suban las hormigas a los afectados.
QUITABA LA SAL Y LAS MALAS VIBRAS
O aquel que les conté ya en otra ocasión del comensal de humor jarocho puro, en el Gran Café de la Parroquia, que observaba entretenido cómo una gitana en la mesa contigua le hacía pases mágicos a un turista, con el fin y afán de quitarle las malas vibras, la sal y todo lo que fuera negativo para el desarrollo de su vida. La chamana cobraba cien pesos por cada cliente. En eso, la señora termina con sus servicios en dicha mesa y es llamada por este señor que la observaba con gran atención, de inmediato la aludida se ofrece a quitarle todo tipo de mala suerte al susodicho, sal, vibras negativas, etc. Todo por cien pesos, en eso, el señor este le dice: "Mira, no te voy a pagar cien, sino trescientos pesos y no quiero que me quites sal ni malas vibras, sino una azúcar que me está acabando".
ENFERMEDAD QUE ACABA A PLAZOS
Pero, chistes a un lado, la diabetes realmente es una enfermedad espantosa que va acabando poco a poco al paciente y en ocasiones casi de manera fulminante. Independientemente de que en varias ocasiones esta enfermedad (tal vez como muchas otras, como el cáncer), se encuentre sujeta también a patrones genéticos, en la actualidad se ha disparado de manera "alegre y feliz" en virtud no solo a los nuevos hábitos alimenticios, sino a la forma de vida tan desastrosa que llevamos.
JAMÁS SE HABIA ESCUCHADO DE DIABETES INFANTIL
Para reforzar lo que les cuento, ahí tenemos el enorme número de infantes que hoy por hoy presentan un índice de obesidad tremenda. Realmente yo nunca había visto tanto niño gordo; y en el caso de los adultos, no es para espantarnos (yo me encuentro entre ellos), pero el número también ha aumentado y con ello la terrible incidencia de la diabetes. Se de un bebé, de apenas tres años de nacido, que ya tiene diabetes ¡Terrible!
POR UN LADO SE PROHIBE Y POR EL OTRO SE IMPELE
Lo peor de todo es que por un lado se nos dice e impele a entrarle a la dieta a no comer esto, a no comer esto otro y tampoco lo más allá, pero, por el otro lado enfrentamos toda una gama de anuncios, "ofertas" y demostraciones de comilonas que realmente a quienes tenemos poca o nula voluntad para recibir este tipo de embates, de pronto nos vemos comiendo y con exceso.
No dudo ni ápice en mi caso ande yo cercano al callejón del azúcar, pero, independientemente de mis excesos en la comida, por lo regular lo que ingiero es de tipo "sano" o "natural", pues eso sí, los alimentos chatarras no les entro salvo muy forzado el asunto y en el caso de los refrescos embotellados, prácticamente los eliminé, salvo excepciones. Quiero creer esto me mantiene un tanto en el límite del punto sin retorno. Pero, entre mis "aceleres", que indiscutiblemente se traducen en estrés, este me impele por lo regular a lo que se califica al "frenesí alimenticio" y llegado este momento, no como ¡Trago!
Y, como mi caso ¡Miles! No me cabe la menor duda este es el precio a pagar por el "progreso" y el ansia por adquirir, poseer y comprar, comprar, comprar y más comprar. Actualizarse siempre en todo tipo de accesorios con los que nos han obligado a vivir, aunque en ello nos vaya la vida misma.
NO MAS NAVIDAD DE PAZ, DE CONSUMO POR CONSUMO MISMO
Por ejemplo, ya tenemos encima la "Navidad", que se ha traducido en una verdadera orgía de compras compulsivas, en donde debemos regalar a todo el mundo y renovar todo, interiores de casa, la casa misma o comprar coche último modelo, de lo contrario, es uno un fracasado, un frustrado y entonces no se "sabe" vivir conforme a la "vida moderna". Todo esto, indiscutiblemente es causa de un enorme estrés traducido en todo tipo de desórdenes anímicos y de salud, que llevan por lo regular de una u otra forma a caer en enfermedades como la que ayer se recordó.
ESA VIDA BUCÓLICA Y HASTA ROMÁNTICA DE MIS ANCESTROS
¡Ah, cuánto me acuerdo de mis ancestros!, de mis abuelitas, mis tías, mi mamá, a quienes el estrés les hacía los mandados en virtud de que les venía guango si el mundo explotaba o no. Si el dólar subía o no o si Wall Stree chupaba faros. Todas ellas vivieron siempre en la despreocupación, comieron sano y fresco, nunca productos enlatados, comida hecha del día con géneros adquiridos en la plaza. No tuvieron refrigerador (sino hasta ya entrada la década de los setenta), automóvil ni en sus más remotos sueños lo pensaron tener, anduvieron en tranvías e iban a bailar con regularidad sus "danzonazos" y escuchaban y suspiraban con las canciones de Agustín Lara y reían a plenitud con películas sencillas en donde no había escenas grotescas y mucho menos de sexo extremo, como tampoco lenguaje soez, mucho menos de gente destripada y sangre a raudales. Y, todas ellas vivieron muy bien, tranquilas, divertidas y murieron de edad avanzada. Y nada de mojigaterías, pues en el caso de mi tía Luz, ella era una versión de Liz
Taylor a la veracruzana, se casó como tres veces y tuvo por ahí sus aventurillas adicionales, o sea, de pelo suelto la tía ¡Divertidísima!
Por el lado de la familia de mi papá tampoco se cantaron nada mal las rancheras.
¡HASTA PARA EL SEXO HAY ESTRÉS!
Hoy, hasta para el sexo hay que tomar mil y una precaución pues el temor a sacarse el premio mayor sin comprar billete es otro remaldecido factor de estrés.
¡QUE BUENAS DECADAS LAS DE LOS 60s Y 70s! ¡QUIEEEROO!
Pero, en fin, esto es lo que nos ha tocado vivir entre tanta "modernidad" de finales del XX e inicio del XXI, que, yo realmente cambiaría por aquellos años "rosa", sobre todo la de los sesenta y setenta, en que hubo excesos pero todo era barato y lo que salía caro se curaba con penicilina y ¡No se recordaba ni conmemoraba aún día alguno! Mucho menos el de la diabetes.
Correo: losbuenosdias@gmail.com
Ayer fue el Día Mundial de la Diabetes, lógico, no hay nada que celebrar o festejar, sino todo lo contrario, en virtud a lo lamentable y mortal que resulta tal enfermedad. Como es lógico entre nosotros los mexicanos, mil y un chiste (para variar) se hacen sobre el tópico, como aquel de que el mejor remedio para esta enfermedad es el pintarse los pies con cal, a fin de que no se le suban las hormigas a los afectados.
QUITABA LA SAL Y LAS MALAS VIBRAS
O aquel que les conté ya en otra ocasión del comensal de humor jarocho puro, en el Gran Café de la Parroquia, que observaba entretenido cómo una gitana en la mesa contigua le hacía pases mágicos a un turista, con el fin y afán de quitarle las malas vibras, la sal y todo lo que fuera negativo para el desarrollo de su vida. La chamana cobraba cien pesos por cada cliente. En eso, la señora termina con sus servicios en dicha mesa y es llamada por este señor que la observaba con gran atención, de inmediato la aludida se ofrece a quitarle todo tipo de mala suerte al susodicho, sal, vibras negativas, etc. Todo por cien pesos, en eso, el señor este le dice: "Mira, no te voy a pagar cien, sino trescientos pesos y no quiero que me quites sal ni malas vibras, sino una azúcar que me está acabando".
ENFERMEDAD QUE ACABA A PLAZOS
Pero, chistes a un lado, la diabetes realmente es una enfermedad espantosa que va acabando poco a poco al paciente y en ocasiones casi de manera fulminante. Independientemente de que en varias ocasiones esta enfermedad (tal vez como muchas otras, como el cáncer), se encuentre sujeta también a patrones genéticos, en la actualidad se ha disparado de manera "alegre y feliz" en virtud no solo a los nuevos hábitos alimenticios, sino a la forma de vida tan desastrosa que llevamos.
JAMÁS SE HABIA ESCUCHADO DE DIABETES INFANTIL
Para reforzar lo que les cuento, ahí tenemos el enorme número de infantes que hoy por hoy presentan un índice de obesidad tremenda. Realmente yo nunca había visto tanto niño gordo; y en el caso de los adultos, no es para espantarnos (yo me encuentro entre ellos), pero el número también ha aumentado y con ello la terrible incidencia de la diabetes. Se de un bebé, de apenas tres años de nacido, que ya tiene diabetes ¡Terrible!
POR UN LADO SE PROHIBE Y POR EL OTRO SE IMPELE
Lo peor de todo es que por un lado se nos dice e impele a entrarle a la dieta a no comer esto, a no comer esto otro y tampoco lo más allá, pero, por el otro lado enfrentamos toda una gama de anuncios, "ofertas" y demostraciones de comilonas que realmente a quienes tenemos poca o nula voluntad para recibir este tipo de embates, de pronto nos vemos comiendo y con exceso.
No dudo ni ápice en mi caso ande yo cercano al callejón del azúcar, pero, independientemente de mis excesos en la comida, por lo regular lo que ingiero es de tipo "sano" o "natural", pues eso sí, los alimentos chatarras no les entro salvo muy forzado el asunto y en el caso de los refrescos embotellados, prácticamente los eliminé, salvo excepciones. Quiero creer esto me mantiene un tanto en el límite del punto sin retorno. Pero, entre mis "aceleres", que indiscutiblemente se traducen en estrés, este me impele por lo regular a lo que se califica al "frenesí alimenticio" y llegado este momento, no como ¡Trago!
Y, como mi caso ¡Miles! No me cabe la menor duda este es el precio a pagar por el "progreso" y el ansia por adquirir, poseer y comprar, comprar, comprar y más comprar. Actualizarse siempre en todo tipo de accesorios con los que nos han obligado a vivir, aunque en ello nos vaya la vida misma.
NO MAS NAVIDAD DE PAZ, DE CONSUMO POR CONSUMO MISMO
Por ejemplo, ya tenemos encima la "Navidad", que se ha traducido en una verdadera orgía de compras compulsivas, en donde debemos regalar a todo el mundo y renovar todo, interiores de casa, la casa misma o comprar coche último modelo, de lo contrario, es uno un fracasado, un frustrado y entonces no se "sabe" vivir conforme a la "vida moderna". Todo esto, indiscutiblemente es causa de un enorme estrés traducido en todo tipo de desórdenes anímicos y de salud, que llevan por lo regular de una u otra forma a caer en enfermedades como la que ayer se recordó.
ESA VIDA BUCÓLICA Y HASTA ROMÁNTICA DE MIS ANCESTROS
¡Ah, cuánto me acuerdo de mis ancestros!, de mis abuelitas, mis tías, mi mamá, a quienes el estrés les hacía los mandados en virtud de que les venía guango si el mundo explotaba o no. Si el dólar subía o no o si Wall Stree chupaba faros. Todas ellas vivieron siempre en la despreocupación, comieron sano y fresco, nunca productos enlatados, comida hecha del día con géneros adquiridos en la plaza. No tuvieron refrigerador (sino hasta ya entrada la década de los setenta), automóvil ni en sus más remotos sueños lo pensaron tener, anduvieron en tranvías e iban a bailar con regularidad sus "danzonazos" y escuchaban y suspiraban con las canciones de Agustín Lara y reían a plenitud con películas sencillas en donde no había escenas grotescas y mucho menos de sexo extremo, como tampoco lenguaje soez, mucho menos de gente destripada y sangre a raudales. Y, todas ellas vivieron muy bien, tranquilas, divertidas y murieron de edad avanzada. Y nada de mojigaterías, pues en el caso de mi tía Luz, ella era una versión de Liz
Taylor a la veracruzana, se casó como tres veces y tuvo por ahí sus aventurillas adicionales, o sea, de pelo suelto la tía ¡Divertidísima!
Por el lado de la familia de mi papá tampoco se cantaron nada mal las rancheras.
¡HASTA PARA EL SEXO HAY ESTRÉS!
Hoy, hasta para el sexo hay que tomar mil y una precaución pues el temor a sacarse el premio mayor sin comprar billete es otro remaldecido factor de estrés.
¡QUE BUENAS DECADAS LAS DE LOS 60s Y 70s! ¡QUIEEEROO!
Pero, en fin, esto es lo que nos ha tocado vivir entre tanta "modernidad" de finales del XX e inicio del XXI, que, yo realmente cambiaría por aquellos años "rosa", sobre todo la de los sesenta y setenta, en que hubo excesos pero todo era barato y lo que salía caro se curaba con penicilina y ¡No se recordaba ni conmemoraba aún día alguno! Mucho menos el de la diabetes.
Correo: losbuenosdias@gmail.com
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