"PIEDAD, PIEDAD PARA EL QUE SUFRE, PIEDAD, PIEDAD PARA...
"PIEDAD, PIEDAD PARA EL QUE SUFRE, PIEDAD, PIEDAD PARA...
el que llora, un poco de calor en nuestras vidas y poquito de luz, en nuestra aurora". A todos aquellos al que estos "nortes" intermitentes ya los tengan hasta el copete, muy bien pueden agregar un tanto de música de Lara y comenzar a entonar la canción: "Oración Caribe".
¡Pasu mecha! Está bien que los "nortes" son de mi gusto, pero ¡No es para tanto! No cabe duda, los jarochos somos hijos del sol, no obstante nos quejemos con amargura del mismo y las extremas temperaturas que luego nos arroja, pero ¡Cuánto lo extrañamos cuando deja de salir por más de tres días! ¿A poco no?
¡APENAS EMPIEZA LA TEMPORADA! ¡QUE NO SEA TAN TUPIDO!
Digo, el del otro día, con el nortazo marca diablo que nos aventamos, no hemos visto la nuestra, puro viento y temperaturas, que si bien no son como para andar abrigados, eso de que el sol esté ausente ¡Es para ya extrañarlo!
¡ALELUYA, ALELUYA, AAALEELUUYAAAA!
Ayer, que al parecer se había quitado el viento levanté los brazos al cielo y dije: "¡Salgamos a caminar un rato a recibir el sol!", Pero, poco me duró el gusto pues de nuevo comenzó a soplar el viento del norte, no con la misma intensidad que los otros días, pero no se fue del todo (¡Y no se ha ido el muy condenado!).
Por lo pronto ya tenemos la amenaza de otro norte para el fin de semana (ya me aburrí de estar entrecomillando la palabra NORTE, por lo tanto ustedes saben en donde deben ir éstas), amén del descenso de temperatura. Los ciudadanos de las zonas serranas y del altiplano ya están también hasta el copete en virtud de que a ellos no solo les llega el viento, sino un frío espantoso.
DE AHÍ QUE FESTEJEN LOS BERLINESES TODO DIA SOLEADO
Sin querer proyectarme esnob, ahora comprendo fehacientemente a la amiga que me atendiera en la recepción del hotel de Berlín, en mis vacaciones del año pasado, cuando muy extrañado le cuestionaba qué sucedía en Alemania que en pleno octubre había un calor como si se tratara de Veracruz, muy extrañada y un tanto divertida me decía ella amaba el sol y que dejara yo de protestar porque ellos pocos días soleados tenían en tales latitudes. Hoy, no obstante y a Dios sean dadas las gracias, en nuestro solar jarocho ni de chiste nos acercamos a aquellas gélidas temperaturas que padecen año con año los amigos teutones, yo en lo personal ya me encuentro un tanto saturado de este viento que llevamos más de una semana de estarlo soportando en todas sus velocidades, desde la de 150 kilómetros por hora con la que llegó a soplar, así como con las bajas rachas que no dejan de causar oleaje.
BIENVENIDO SOL, EL MUNDO TE DICE: ¡HOLA!
No se ustedes que opinen, pero, en lo personal me encuentro muy a gusto con este rico sol que a partir de ayer ha salido en nuestro querido terruño. Ya lo extrañaba.
Fuera de toda duda, el calor en la mayoría de las veces nos pone hasta el gorro y ¡Cómo tomamos agua!, pero, sinceramente, aunque mi temperatura ideal es la de entre 21 o 22 grados centígrados, prefiero estarme hartando de agua que estar padeciendo además las enfermedades propias de esta época, como la gripa. Que dicho sea de paso, ya se me está pasando la que me dio, pero ¡No tuvo abuela la muy canija!
SI ME VUELVO A ENFERMAR ME LAS PAGARAN MIS CUATES
Por lo pronto, si me vuelve a dar gripa de nuevo en esta época, les aseguro que tanto al Dr. Juan Romero Vera, como al Dr. Pedro Gutiérrez Aguilar algo les va a pasar, pues ambos son los responsables del buen estado de mi aparato respiratorio y últimamente como que he andado un tanto dado al cuas. Juan por un lado se fue a un congreso médico por más de una semana y Pedro se hace guaje en sus clases en la UV y me dejan a la vera del camino sin tomar en cuenta su promesa hipocrática, por lo tanto, yo me encargaré de recordárselas (la promesa), para efectos de la buena salud de sus pacientes. Que, debo admitir no les pago nunca nada, pero, eso no importa, el espíritu de sacrificio y entrega a la misión pastoral y apostólica que significa la práctica de la medicina debe prevalecer en este par de galenos.
Pero en fin, comencé a hacer la alegoría de la salida del sol en esta ciudad bendita por Dios, que es Veracruz, y terminé echando leña a mis cuadernos de doble raya, los muy profesionales (mentira) médicos otorrinolaringólogos, Juan y Pedro.
¡HOMBRE! MIS LECTORES ACUDEN EN MI AYUDA
Por cierto, voto de gratitud a mi amable lectora la señora Guadalupe Camacho Morales, quien se condolió de mi al leer el otro día sobre los cocazos a que estoy sujeto cada vez que hay norte en virtud a que nadie quiere cortar los cocos de las palmeras en mi patio, y ayer me habló y me recomendó a un aguerrido cuanto muy trabajador paisano oriundo de Tlalixcoyan, quien llegó conmigo a un buen acuerdo pecuniario, y, hoy mis palmeras lucen limpias de cocos. Y se acabaron los "bombazos" sobre mi azotea, hasta el próximo otoño. Hasta ya se amarchantó mi cuate para ir cada cuatro meses a cortar los cocos. Ya ven, trabajo hay, faltó sólo la voluntad y la buena información.
Correo: losbuenosdias@gmail.com
el que llora, un poco de calor en nuestras vidas y poquito de luz, en nuestra aurora". A todos aquellos al que estos "nortes" intermitentes ya los tengan hasta el copete, muy bien pueden agregar un tanto de música de Lara y comenzar a entonar la canción: "Oración Caribe".
¡Pasu mecha! Está bien que los "nortes" son de mi gusto, pero ¡No es para tanto! No cabe duda, los jarochos somos hijos del sol, no obstante nos quejemos con amargura del mismo y las extremas temperaturas que luego nos arroja, pero ¡Cuánto lo extrañamos cuando deja de salir por más de tres días! ¿A poco no?
¡APENAS EMPIEZA LA TEMPORADA! ¡QUE NO SEA TAN TUPIDO!
Digo, el del otro día, con el nortazo marca diablo que nos aventamos, no hemos visto la nuestra, puro viento y temperaturas, que si bien no son como para andar abrigados, eso de que el sol esté ausente ¡Es para ya extrañarlo!
¡ALELUYA, ALELUYA, AAALEELUUYAAAA!
Ayer, que al parecer se había quitado el viento levanté los brazos al cielo y dije: "¡Salgamos a caminar un rato a recibir el sol!", Pero, poco me duró el gusto pues de nuevo comenzó a soplar el viento del norte, no con la misma intensidad que los otros días, pero no se fue del todo (¡Y no se ha ido el muy condenado!).
Por lo pronto ya tenemos la amenaza de otro norte para el fin de semana (ya me aburrí de estar entrecomillando la palabra NORTE, por lo tanto ustedes saben en donde deben ir éstas), amén del descenso de temperatura. Los ciudadanos de las zonas serranas y del altiplano ya están también hasta el copete en virtud de que a ellos no solo les llega el viento, sino un frío espantoso.
DE AHÍ QUE FESTEJEN LOS BERLINESES TODO DIA SOLEADO
Sin querer proyectarme esnob, ahora comprendo fehacientemente a la amiga que me atendiera en la recepción del hotel de Berlín, en mis vacaciones del año pasado, cuando muy extrañado le cuestionaba qué sucedía en Alemania que en pleno octubre había un calor como si se tratara de Veracruz, muy extrañada y un tanto divertida me decía ella amaba el sol y que dejara yo de protestar porque ellos pocos días soleados tenían en tales latitudes. Hoy, no obstante y a Dios sean dadas las gracias, en nuestro solar jarocho ni de chiste nos acercamos a aquellas gélidas temperaturas que padecen año con año los amigos teutones, yo en lo personal ya me encuentro un tanto saturado de este viento que llevamos más de una semana de estarlo soportando en todas sus velocidades, desde la de 150 kilómetros por hora con la que llegó a soplar, así como con las bajas rachas que no dejan de causar oleaje.
BIENVENIDO SOL, EL MUNDO TE DICE: ¡HOLA!
No se ustedes que opinen, pero, en lo personal me encuentro muy a gusto con este rico sol que a partir de ayer ha salido en nuestro querido terruño. Ya lo extrañaba.
Fuera de toda duda, el calor en la mayoría de las veces nos pone hasta el gorro y ¡Cómo tomamos agua!, pero, sinceramente, aunque mi temperatura ideal es la de entre 21 o 22 grados centígrados, prefiero estarme hartando de agua que estar padeciendo además las enfermedades propias de esta época, como la gripa. Que dicho sea de paso, ya se me está pasando la que me dio, pero ¡No tuvo abuela la muy canija!
SI ME VUELVO A ENFERMAR ME LAS PAGARAN MIS CUATES
Por lo pronto, si me vuelve a dar gripa de nuevo en esta época, les aseguro que tanto al Dr. Juan Romero Vera, como al Dr. Pedro Gutiérrez Aguilar algo les va a pasar, pues ambos son los responsables del buen estado de mi aparato respiratorio y últimamente como que he andado un tanto dado al cuas. Juan por un lado se fue a un congreso médico por más de una semana y Pedro se hace guaje en sus clases en la UV y me dejan a la vera del camino sin tomar en cuenta su promesa hipocrática, por lo tanto, yo me encargaré de recordárselas (la promesa), para efectos de la buena salud de sus pacientes. Que, debo admitir no les pago nunca nada, pero, eso no importa, el espíritu de sacrificio y entrega a la misión pastoral y apostólica que significa la práctica de la medicina debe prevalecer en este par de galenos.
Pero en fin, comencé a hacer la alegoría de la salida del sol en esta ciudad bendita por Dios, que es Veracruz, y terminé echando leña a mis cuadernos de doble raya, los muy profesionales (mentira) médicos otorrinolaringólogos, Juan y Pedro.
¡HOMBRE! MIS LECTORES ACUDEN EN MI AYUDA
Por cierto, voto de gratitud a mi amable lectora la señora Guadalupe Camacho Morales, quien se condolió de mi al leer el otro día sobre los cocazos a que estoy sujeto cada vez que hay norte en virtud a que nadie quiere cortar los cocos de las palmeras en mi patio, y ayer me habló y me recomendó a un aguerrido cuanto muy trabajador paisano oriundo de Tlalixcoyan, quien llegó conmigo a un buen acuerdo pecuniario, y, hoy mis palmeras lucen limpias de cocos. Y se acabaron los "bombazos" sobre mi azotea, hasta el próximo otoño. Hasta ya se amarchantó mi cuate para ir cada cuatro meses a cortar los cocos. Ya ven, trabajo hay, faltó sólo la voluntad y la buena información.
Correo: losbuenosdias@gmail.com
Comentarios